UNA ESTRATEGIA DE INVERSIÓN CONFIABLE

Una de las formas más seguras para crear un patrimonio es realizando inversiones de alta calidad adquiridas a un precio por demás atractivo y que mantenemos en nuestro portafolio durante al menos 5 años. Al hacerlo con una mentalidad de mediano a largo plazo, evitamos caer en las trampas emocionales que suelen llevar a la mayoría a vender cuando el mercado cae, generándose así grandes pérdidas para los que no supieron elegir acertadamente su inversión o no estuvieron dispuestos a esperar un plazo de tiempo suficiente para permitir que su inversión “madurara”.  Muchos en realidad no invierten: ¡apuestan! ...y pierden.

 

Ahora bien, es crucial entender que la estrategia en sí no implica sólo comprar una acción a un precio determinado y venderla más cara después de cinco años; no, también implica considerar el “dividendo” que esa acción les paga a sus tenedores cada cierto periodo de tiempo durante cada año de la inversión (generalmente los pagos de dividendos son cada trimestre). Al invertir, hacer a un lado e ignorar cuál es el dividendo que paga la acción de la compañía que se adquiere es un error común y que se suele pagar muy caro. Francamente, adquirir acciones que pagan dividendos constituye uno de los grandes secretos para la creación de riqueza. Casi la mitad del total de los rendimientos de las inversiones a largo plazo provienen de los dividendos y, reinvertir los dividendos en la adquisición de mayor cantidad de acciones constituyen una de las formas más seguras de hacer que el dinero trabaje para ti.

 

Mediante los dividendos, las compañías recompensan a aquellos quienes invierten en ellas con una participación (en función del tipo y cantidad de acciones que posean) de sus ganancias. Es decir que, los dividendos son simplemente el modo como los propietarios de una empresa le pagan a los que invierten en ella contribuyendo así con su crecimiento y expansión.

 

Es importante aclarar que el objetivo de esta estrategia no es generar riqueza rápidamente. Las estrategias de inversión que prometen eso suelen ser altamente especulativas con el consecuente nivel de riesgo que, al ser tan elevado, convierte la inversión más bien en una apuesta. En cambio, una inversión seria y responsable implica revisar cinco requisitos que se deben cumplir para optimizar las posibilidades – y las probabilidades – de que se obtengan buenos rendimientos durante un largo periodo de tiempo a saber:

 

1.         1. Fundamento: ¿Existe una razón de peso para arriesgar capital en la opción de inversión que se está considerando? ¿Cuáles son las bases macroeconómicas que lo fundamentan?

2.          2..  Claridad: La opción de inversión, ¿es entendible? ¿Tiene sentido realizarla?

3.                3.  Simplicidad: El negocio en el que se piensa invertir, ¿es fácil de operar?

4.              4.  Valor: El precio de la acción, ¿es razonable? ¿La mantendríamos con nosotros aún si cayera en un                          50% del precio al que la compramos?

5.              5. Retención: ¿Estaríamos dispuestos a mantenerla por lo menos cinco años en nuestro portafolio de                                  inversión?

 

 

Si somos cuidadosos de considerar estos cinco aspectos antes de invertir en las acciones de alguna empresa, incrementaremos nuestras posibilidades de lograr un patrimonio considerable a largo plazo. No se trata de especular con el precio de diversos activos durante un cierto periodo de tiempo; se trata más bien de invertir en agentes económicos que, por la importancia y calidad de su producto o servicio, así como por su estructura organizacional y características del mercado, tienen buenas posibilidades de destacar y convertirse en grandes éxitos financieros. Como sea, la riqueza personal tiene mucho que ver con formar parte de ese tipo de éxitos financieros. ¿No crees? 

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