Seguro, Estable y Simple

Vivimos en un mundo en el que las grandes corporaciones se han confabulado para hacernos creer, en especial a través de los medios masivos de comunicación, que “hacernos cargo” de nuestro destino financiero es muy complicado y muy arriesgado. 

En concreto nos tratan de convencer de que, para ser un inversionista exitoso necesitamos:

 

·         Seguir diariamente los movimientos de los mercados

·         Aprender a analizar los tejes y manejes al detalle de los instrumentos financieros

·         Comprar y vender de manera continua para maximizar ganancias

 

La verdad es que ninguna de estas cosas importa en realidad cuando decidimos invertir por nuestra cuenta y poder aspirar a un retiro no sólo digno sino inclusive, próspero; después de todo, ¿quién mejor que nosotros mismos para velar por nuestros intereses financieros de largo plazo? Claro está que, el que sea sencillo invertir no significa que sea fácil pues, a fin de cuentas, se requieres de dos virtudes que hoy por hoy brillan por su ausencia: “paciencia” y “disciplina”. De hecho, el prosperar financieramente (lograr que tu dinero trabaje para ti) requiere más de “voluntad” que de “inteligencia” financiera. Como sea, se puede lograr si realmente se quiere pues invertir de manera inteligente es ciertamente “simple”.

En primer término, se requiere de paciencia pues se trata de invertir un monto de dinero que “no tocarás” en por lo menos 10 años para que los rendimientos acumulados por lo menos hayan duplicado el monto de tu inversión. En segundo término, necesitas de disciplina pues hay que estar aportando “religiosamente” una cierta cantidad cada mes para incrementar la dimensión del portafolio en el que inviertes e impedir que las fluctuaciones de los mercados mermen su desempeño. También se requiere disciplina para ir realizando los ajustes pertinentes (por lo menos una vez al año) para que tu portafolio se mantenga equilibrado (en cuanto a la proporción de los activos se refiere) a lo largo del plazo de inversión.

Ahora bien, para que el portafolio genere rendimientos de manera permanente mientras mantiene niveles reducidos de riesgo necesita tener las siguientes características:

 

1)      Seguridad

2)      Estabilidad

3)      Simplicidad

 

La implicación de estas características es que el portafolio debe diseñarse de tal manera que, por un lado, contemple todos los escenarios posibles – y cíclicos – de los mercados bursátiles convencionales y, por otro, ser fácil en su diseño e implementación de manera que cualquier persona “no financiera” pueda invertir en él. En concreto, Harry Browne en su libro Fail-Safe Inversting recomienda lo siguiente:

 

ü  Mantener el 25% de tu portafolio en acciones de empresas para asegurar un gran rendimiento en épocas de prosperidad

ü  Mantener un 25% en bonos del tesoro de largo plazo que se desempeñan bien durante etapas de crecimiento económico y deflación

ü  Mantener el 25% en efectivo (o activos de gran liquidez) como cobertura en tiempos de baja liquidez o recesión

ü  Mantener el 25% en metales preciosos (en oro y plata específicamente) para generar protección durante periodos largos de inflación.

 

¡Eso es todo! Así de simple. Un portafolio armado de esta forma nos permite no sólo un blindaje financiero para proteger nuestro dinero arduamente ganado sino, además, hace posible que nuestro dinero trabaje para nosotros y crezca sin importar el escenario financiero en el que nos encontremos. ¿Demasiado bueno para ser real? Aparentemente sí, no obstante, la contundente realidad de la pérdida progresiva del poder adquisitivo de nuestro dinero sumado a los pobres rendimientos y altas comisiones de los fondos de inversión y sistemas de pensión hace que el intentarlo y aplicarlo valga la pena… ¡y mucho!

 

Claro está que, y hay que subrayarlo una vez más, la premisa de la que partimos es que necesitamos antes que nada contar con el excedente de un ahorro para poder invertir. Con lo cual, en subsecuentes publicaciones hablaremos de distintas formas de lograr ahorrar a base de reducir nuestros gastos e incrementar nuestros ingresos. Hasta la próxima entonces.  

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