No cabe duda que el antídoto natural contra el miedo es la preparación, y las claves de la preparación son el conocimiento y la práctica. Pues bien, cuando de inversiones se trata, la mayoría de las personas ignoran lo que hacen o “simplemente” posponen el invertir para cuando se presente “un mejor momento”… lo interesante sería saber cómo es que van a identificar “al mejor momento”.
Bueno, esto nos lleva a dos tipos de personas que fracasan en su intento por lograr que su dinero trabaje para ellos: los inversionistas que fracasan y pierden su dinero y los que nunca llegan a intentarlo siquiera. La tecnología ha puesto su parte y ha hecho posible que invertir se encuentre al alcance de muchas más personas que hace escasos 10 años. Y, aun así, muy pocos – en proporción – invierten y, quienes lo hacen, lo hacen bastante mal. Y lo hacen mal porque no se toman la molestia de aprender y de practicar el suficiente número de veces (lo cual es posible gracias a los simuladores de inversión con el que cuentan muchas plataformas de inversión actualmente disponibles como en Kuspit o SaxoTrader por ejemplo) por lo que sus resultados son pobres o, de plano, negativos.
Aprender y aplicar – lo aprendido – constituyen la esencia del auténtico poder personal. Muchos fallan por no saber y se vuelven aprensivos por su recurrente fallar. ¿Por qué habría de ser de otro modo? Por ejemplo, un típico modo de proceder en los inversionistas “novatos” es el de apanicarse y vender sus acciones cuando la bolsa de valores experimenta una caída, sin siquiera sospechar que, lo más probable es que se trate de una caída temporal (corrección) y no de una duradera (“bear” market) que, en todo caso, de ambas se pueden obtener jugosas ganancias si se sabe identificarlas y cómo proceder ante cualesquiera de los dos escenarios.
Expliquémoslo brevemente. Cuando un mercado experimenta una caída de entre 10-20% con respecto a su mayor nivel alcanzado, entonces se habla de una corrección en el mercado que en promedio suele suceder 1 vez al año y no más del 14% según Tony Robbins (Cfr Unshakeable, cp 2); además aclara que el promedio de duración de la corrección es de tan sólo 54 días. ¿Qué significa esto? Bueno, primero, que se trata de algo que, por ser temporal y natural no amerita que nos deshagamos de nuestras acciones (¡ya volverán a subir!) y, segundo, que esos 54 días constituyen un periodo de tiempo bastante favorable para adquirir nuevas – o más – acciones precisamente porque las encontraremos a un menor precio. Los ignorantes “huyen despavoridos” y los que saben “realizan un buen negocio”.
Cuando se trata de un mercado “bajista” (bear en inglés) hablamos de una caída superior al 20% tomando como referencia el máximo alcanzado por la bolsa. Ahora bien, muchas personas se desaniman y “piensan” que no se puede invertir en un mercado en esas condiciones. Bueno, ciertamente aplica para las acciones más no para los “comodities” como el oro, la plata, el trigo, el petróleo, el cacao, el cobre el café…cuyos precios tienen a incrementarse significativamente justamente en mercados deprimidos como el que estamos considerando. Una vez más, loa ignorantes “pierden” y los conocedores “ganan”.
Entonces invertir, como muchas cosas en la vida, no requiere en realidad de grandes talentos como de una sólida preparación que hoy en día es posible gracias a la era de la información en la que nos encontramos. La cosa es “querer” y no tanto “poder”…pero bueno, uno no puede querer por otros ¿no es así?
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