NO PIERDAS DINERO

Cuando de inversiones se trata, sin duda que la regla número 1 es: “No pierdas dinero”. Claro está que la esencia de cualquier inversión es la de ganar dinero a través de los rendimientos aunque la clave, en realidad, se encuentra en el “riesgo”. ¿Por qué? Porque si pierdes dinero requieres de rendimientos mayores que los convencionales para recuperarte.

 

Supongamos que inviertes 10,000 USD y pierdes el 50%, es decir, 5,000 USD. ¿Cuánto rendimiento requieres lograr al invertir tus 5,000 USD restantes para poderte recuperar?  ¿25%? ¿50%? ¿75%? Ni más ni menos que la escalofriante cifra de ¡100%! y eso tan sólo para recuperar tus 5,000 USD perdidos, o sea, para volver a comenzar con tus 10,000 USD originales. Y lograr esa tasa de rendimiento podría implicarte toda una década de inversión. Se suele requerir de años para recuperar una inversión que te pudo llevar tan sólo horas perder.

 

Tal y como afirmara Paul Tudor Jones: "En un juego ganador, la defensiva es 10 veces más importante que la ofensiva. . . . Tienes que estar muy centrado en proteger el lado vulnerable en todo momento”. Los inversionistas más exitosos reconocen que ninguno de nosotros puede predecir de forma coherente lo que depara el futuro. Con esto en mente, siempre se resguardan del riesgo de eventos inesperados y del riesgo de que ellos mismos puedan estar equivocados, independientemente de cuán inteligentes sean. 

 

Entonces, para evitar perder dinero tenemos que diseñar una asignación de activos que garantice que "seguiremos estando bien", incluso cuando nos equivoquemos. La asignación de activos es simplemente una cuestión de establecer la combinación correcta de diferentes tipos de instrumentos, diversificándolos entre ellos de tal forma que reduzca sus riesgos y maximice sus recompensas.

 

El sentido común nos dictamina que, tanto en las inversiones como en la vida, hay que esperar lo inesperado, lo cual no significa que hay que evitar invertir ante la posibilidad de equivocarnos, significa que hay que prepararnos para lo peor aunque esperemos lo mejor. En otras palabras, hay que diversificar nuestras inversiones adquiriendo activos que se compensen entre sí, es decir, que cuando a unos les vaya mal, a otros, al mismo tiempo, les esté yendo bien de manera que, las ganancias de unos compensen las pérdidas de otros.

 

Y de las mejores formas de diversificar que conozco se encuentra el llamado Portafolio Permanente, cuya sencillez y eficacia lo convierten en una cartera de inversión al alcance de cualquiera sin necesidad de convertirse en expertos. Si no lo has hecho aún, te invito a que conozcas su composición en la serie de videos de grabé sobre este portafolio en nuestro grupo de Face Book “GUIA DE SUPERVIVENCIA”. Ahí conocerás las bondades de este instrumento y los activos que lo conforman.

 

 

Entonces, a invertir se ha dicho y a hacerlo  respetando la regla número uno de las inversiones: ¡no perder dinero! ¡Felices inversiones!

 

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