PRIMER PRINCIPIO: ¡APRENDE!

 

Albert Einstein afirmaba que no podemos pretender resolver un problema si nos mantenemos en el mismo nivel de pensamiento que nos encontramos a la hora de crearlo. Necesitamos ascender a un nivel superior si queremos mejorar nuestra situación financiera y para esto requerimos de nuevos conocimientos para podernos situar en ese “nivel de entendimiento”. Aprender significa “adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o la experiencia.” Se aprende estudiando y poniendo atención a lo que nos acontece; aprendemos cuando “buscamos respuestas” y, para encontrar las respuestas pertinentes tenemos que hacernos las preguntas pertinentes.

 

La mayoría de los que experimentan escasez o estrechez en su vida no se dedican a hacerse las preguntas pertinentes para aprender lo necesario para prosperar; no, en vez de eso se dedican a quejarse y lamentar su situación. Se limitan a buscar la compasión en otros y a esperar que, como por arte de magia, su situación mejore. Esperan sacarse la lotería, que los astros les favorezcan, que les asciendan de puesto o les aumenten el salario, que les den la noticia de que han heredado de una tía rica cuya existencia desconocían… en fin, que algo suceda en sus vidas y las mejore repentina y sustancialmente. Sin embargo, eso no genera prosperidad, genera decadencia y pérdida de tiempo.

 

Por eso el primer gran principio asociado a la prosperidad financiera es el de aprender, conocer los medios y mecanismos para generar riqueza. Y este aprendizaje habrá que realizarlo por nuestra cuenta, pues no se suele dar ni en las escuelas ni en la mayoría de los hogares. Al contrario, se nos suele formar con criterios obsoletos que más bien generan pobreza y escasez: nos enseñaron a consumir y a endeudarnos, no a ahorra e invertir. Además, las reglas del juego de la economía de nuestro tiempo han cambiado, de manera que ya no se puede pretender resolver nuestra situación financiera apelando a un buen empleo y una buena pensión a futuro y quien no esté dispuesto a aprender las nuevas reglas y desarrollar los hábitos pertinentes, literalmente estará sentenciado a una vida llena de carencias y sufrimiento.

 

Por ello es necesario que nos dispongamos a aprender de libros, de personas, de experiencias, de cursos y de la propia reflexión para disponernos a aplicar las fórmulas del éxito financiero en nuestras vidas. Como sea, aquí aprenderás lo básico para ponerte en marcha y generar la prosperidad que tanto deseas, más no has de dejar de seguir siendo un estudiante del tema financiero y emocional pues siempre se puede aprender más, y en un mundo tan cambiante como el nuestro, no se puede dejar de aprender porque significaría quedarse rezagado y perder las oportunidades que se nos presenten, y que sólo pueden ser aprovechadas por aquellos que se encuentren preparados en el momento en el que se den.

 

En concreto, has de destinar tiempo para aprender y hacerlo de manera “habitual”. Ya comenzaste al decidir escuchar este programa de audio y, de hecho, creamos Interpres Network para seguir aprendiendo mientras prosperamos en el proceso. Tenemos mucho que enseñarte y sólo será posible que lo aprendas si te mantienes con apertura mental y humildad pues no sólo no lo sabes todo, sino que, como las reglas del juego cambian con el tiempo, has de aprender y abrirte a nuevas formas de crear riqueza pues, lo más seguro, es que nuestra formación académica y profesional no sólo no sirva para lograr nuestra libertad financiera, sino que de hecho constituyan un serio impedimento para lograrla debido a las fijaciones y bloqueos mentales que pudieran habernos creado. Lo que hoy sabes te puede servir para desempeñar una actividad profesional, más no para generar riqueza, no lo olvides y ¡ábrete a nuevos conocimientos y, sobre todo, a nuevas experiencias!

 

Todos padecemos de una férrea resistencia al cambio y, cuando aprendemos algo nuevo nos facultamos para el cambio. Resistirse al cambio es una experiencia natural más no es una experiencia sana. El que se trate de una experiencia natural no justifica que no decidamos superarla, al contrario, exige que lo hagamos. Por eso, cuando aprendas algo nuevo has de asimilarlo e incorporarlo a tu sistema de creencias mediante un proceso de reflexión y consideración pausada y profunda. Haz de verte, oírte y sentirte de una nueva forma, de una forma acorde a las nuevas prácticas que se apoyan en los nuevos conocimientos para alcanzar la prosperidad. No basta con que lo entiendas a la primera, es fundamental que lo desgloses y profundices mediante la meditación personal. Repasa, escribe, memoriza…asume con seriedad todo lo que implica aprender, lo que implica expandir nuestras creencias a base de expandir nuestra frontera de conocimiento. Y recuerda, se trata en esencia de estarse haciendo las “preguntas pertinentes”, no de estarse quejando amarga e inútilmente por los problemas y adversidades que enfrentamos.

 

Mientras que la mayoría observa las cosas como son y se preguntan “por qué”, yo prefiero contemplar mis sueños y preguntarme “por qué no”.

 

                                                                                George Bernard Shawn

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