DETRÁS DEL COLAPSO FINANCIERO

¡Bienvenidos al nuevo Crack Bursátil de la Década!

 

Tal y como sucedió en 1987, 2000 y 2008, los titulares de prensa hacen referencia al desastre financiero que se detonó el lunes 9 de marzo pasado. Correcciones como esta en los mercados financieros no son divertidas, pero, en un sistema de libre mercado constituyen un mal necesario. Y, como sucede con todo mal, el primer paso que hay que dar es entender que es lo que lo originó y como podemos sacar partido de ello.  Lo que causa las caídas en los mercados no es tanto un gran evento externo como el coronavirus ahora ... o el temor de un colapso del dólar estadounidense por la caída en el precio del petróleo. Dichos eventos pueden ser detonantes más no las causas de fondo de los colapsos financieros.

De acuerdo con Teeka Tiwaris de Palm Beach Daily, lo que causa un colapso del mercado es el apalancamiento.

 

Expliquémoslo.

 

Hay dos tipos de compradores de activos presentes en los mercados financieros del mundo: los inversionistas y los especuladores. Y cada uno trata el apalancamiento de manera diferente. El apalancamiento implica usar dinero prestado para adquirir activos bursátiles con la esperanza de que las ganancias sean mayores que los intereses acumulados sobre el dinero prestado.

Los inversionistas tienen en cuenta la adquisición de valor a largo plazo de las acciones por lo que les importan poco las fluctuaciones del día a día en los mercados por lo que generalmente no utilizan el apalancamiento. Esta estrategia les permite resistir la volatilidad del mercado. Están seguros sabiendo que, con el tiempo, los precios se recuperarán y generarán ganancias.

En contraste, la mayoría de los especuladores utilizan el apalancamiento. Y los especuladores más grandes pueden recurrir a un apalancamiento masivo. En promedio, recurren a un apalancamiento de 100 a 1 (pidiendo prestado 100 veces el monto de su propio dinero) o hasta más.

Y estas son las personas que causan las caídas del mercado.

 

La Peligrosa Autocomplacencia

 

Cuanto más tiempo transcurre en un mercado alcista (y en su undécimo año, este es el más largo de la historia), más apalancamiento utilizan los especuladores. Algunos se vuelven perezosos con su gestión de riesgos, mientras que otros se dejan llevar por su codicia. Entonces, cuando ocurre un evento inesperado y el mercado cae, los especuladores tienen que vender para no tener que enfrentar las llamadas de margen. Una llamada de margen es cuando tu banco / corredor te exige que pongas más dinero como garantía para respaldar tus préstamos.

Este tipo de venta genera un círculo vicioso, lo que provoca más llamadas de margen. Esto provoca que los grandes inversionistas entren en pánico por lo que también comienzan a deshacerse de los activos que mantienen en sus portafolios. Y, por supuesto, eso desencadena aún más llamadas de margen. Lo que sigue es una llamada al desastre, tal y como lo estamos viviendo.

 

Coronavirus y Petróleo: los detonantes

 

Los principales impulsores del pánico en el mercado actual son la propagación del coronavirus y la caída estrepitosa en el precio del petróleo. Sí, el coronavirus es un gran problema; y sí, el petróleo cayendo por un precipicio (porque Arabia Saudita está aumentando la producción a pesar del presidente ruso Vladimir Putin por no aceptar los recortes en la producción de petróleo) dañará a las empresas estadounidenses. Pero ninguno de estos problemas tiene el poder de provocar el tipo de Armagedón Financiero que puso en jaque al mundo en la crisis financiera de 2008.

Ciertamente los bancos se verán perjudicados por los malos préstamos petroleros. Y sí, también se verán perjudicados en sus operaciones de crédito ya que las tasas de los EE. UU. tenderán a volverse negativas como consecuencia de políticas de reversión de la FED ante la crisis. Pero los bancos estaban en una situación mucho peor en 2008-2009 y, sin embargo, el sistema bancario sobrevivió.

El coronavirus aplastará los sectores hoteleros, de cruceros y líneas aéreas. No hay duda de que veremos algunas quiebras y algunas fusiones para sobrevivir. Pero también se vieron perjudicados por la recesión de 2008 y los ataques terroristas del 11 de septiembre y pudieron recuperarse.

¿Será doloroso el proceso de ajuste económico a nivel global? ¡Sin duda!

Al final, “también esto pasará”. El promedio del tiempo de recuperación de los mercados después de los colapsos financieros de 1987 a la fecha es de 245 días. Los periodos de recuperación más prolongados en dicho periodo fueron de 1,011 días para 2008 y de 379 días para 1987. Digamos que, en este caso, 18 meses de tiempo de recuperación sería un estimado razonable, para entonces es probable que el mercado esté cerca o ya haya alcanzado nuevos máximos históricos.

 

El Bitcoin y el Oro… ¿opciones reales para hacer frente a esta situación?

 

Es probable que te preguntes por qué el precio del oro no se ha incrementado mucho más ... o por qué el Bitcoin muestra debilidad si se supone que es un “refugio de valor”.

Abordemos el oro, primero.

El mercado del oro está fuertemente manipulado y eso implica que los precios del metal precioso se encuentren por debajo de lo que deberían de estar. Tal y como lo señala Dimitri Speck, experto alemán en el mercado de oro:

La manipulación de los precios del oro comenzó el 5 de agosto de 1993 y el motivo no fue otro que un acuerdo entre distintos bancos centrales y el entonces presidente de la Reserva Federal de los EE.UU.-FED, Alan Greenspan, que no quería que el precio de la onza de oro superase los 400 dólares porque un aumento descontrolado del precio del oro podría afectar al <<termómetro de la inflación>>. Así que este acuerdo estuvo vigente durante varios años, y se materializó actuando en los mercados con órdenes de venta y préstamos de oro con el beneplácito y participación de otros bancos centrales, que, recuerda, trabajan estrechamente con la banca privada y las instituciones financieras.”

 

La forma de operar y manipular los precios era “muy sencilla”, porque estas entidades poseían importantes cantidades de oro que utilizaban para controlar, sino bajar, la cotización del oro, “expulsando del mercado a potenciales compradores” del metal que no veían la rentabilidad esperada en sus inversiones. Para Speck, los estados son los primeros en beneficiarse de estas prácticas, sobre todo los EE.UU. porque su moneda, el dólar, “es la divisa de referencia a nivel mundial” y el oro es el principal rival de las divisas basadas en préstamos. “Un precio del oro en ascenso acentúa la deuda y los déficits de los estados”, sobre todo en los EE.UU.

No obstante, lo que aprendimos del 2008 es que, en una crisis financiera, todos acuden al activo más líquido y menos odiado en el momento. En este caso, el mercado del Tesoro de EE. UU. Es por eso que los rendimientos han caído tanto como lo han hecho con los bonos a 10 años (por debajo del 1% por primera vez en la historia). Esa es siempre la Fase 1. En la Fase 2, vemos una respuesta política masiva del gobierno y la Reserva Federal. Y es entonces cuando vemos el auge de los precios del oro.

 

Entonces, si miramos el 2008, los precios del oro cayeron primero hasta un 10%. Y los precios de los Bonos del Tesoro Norteamericano, medidos por el ETF de bonos del Tesoro de más de 20 años iShares (TLT), se recuperaron un 31%. No obstante, en noviembre de 2008, la gente se dio cuenta de que se iba a generar una impresión masiva de dinero sin precedentes (la denominada Expansión Cuantitativa) por lo que el oro comenzó una carrera épica desde un mínimo de $ 682 en 2008 hasta un máximo de $ 1,921 en 2011. Así que no hay de qué preocuparse por el precio del oro. Creo que, con el tiempo, los que inviertan en oro ganarán mucho dinero con él.

Ahora, pasemos al Bitcoin ...

 

Uno de los atributos más preciados del bitcoin, y de las criptomonedas en general, es que, en el fondo, se mantiene ajeno a lo que está sucediendo con el coronavirus ... el mercado de valores ... o los mercados del petróleo. Entonces, te preguntarás: "¿Por qué en el mercado del Bitcoin está cayendo?"

Hay dos factores que intervienen.

 

Una es lo que Teeka Tiwaris denomina la "inmersión" posterior a la “Cruz Dorada”. En esencia, la Cruz Dorada ocurre cuando un promedio móvil de 50 días (MA) cruza por encima del promedio móvil de 200 días. Se trata de un indicador del análisis técnico extremadamente alcista. En el pasado, el fenómeno de la Cruz Dorada ha descrito periodos alcistas en diversos activos, como el oro mismo. Cada vez que Bitcoin ha experimentado dicho fenómeno, primero se "sumerge" (a veces hasta un 28%) ... y luego se recupera un promedio de 3,123%.

 

El segundo factor que afecta a las criptomonedas en este momento tiene que ver con un fraude multimillonario perpetrado por estafadores chinos en el que estafaron con millones de dólares en bitcoins a mucha gente y han estado golpeando el mercado al vender sus posesiones mal habidas de la criptomoneda. Estos estafadores buscan deshacerse de sus bitcoins a cualquier precio. En total, se estima que los estafadores atrajeron más de 180,000 bitcoins y 6.4 millones de ethereum. Y actualmente todavía poseen un estimado de 20,000 bitcoin y 790,000 ethereum (con un valor de alrededor de $ 320 millones a precios actuales). Entonces, hasta que se resuelva esta distorsión en el mercado, los precios de las criptomonedas se mantendrán débiles.

 

En concreto, el mercado de criptomonedas en realidad permanece en su propia esfera, sin verse afectado por los eventos globales. Y aunque es inconveniente para la mayoría, esta debilidad no podría haber sucedido en un mejor momento para nosotros pues nos encontramos a las puertas de otro auge en el precio del Bitcoin como el que presenciamos en 2017, aunque de esto hablaremos, por su importancia, en un libro digital gratuito que próximamente publicaremos.

 

 

¡Mantente pendiente! ¡Hasta Pronto!

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