¿Y CUANDO NO PUEDAS TRABAJAR?

Hoy que me dirigía al banco para realizar una operación me topé con un par de ancianos que me dieron ternura pues parecían ser un matrimonio de esos que ya casi no hay. Estaban sentados en una mesa de un restaurante que da a un corredor por el que transita la gente bajo una hermosa techumbre sostenida por unos aún más hermosos arcos de piedra. Y este par de adorables ancianos no estaba consumiendo en la mesa, no: el tocaba – como podía – el violín y ella cantaba – como podía también – para poder obtener unas cuantas monedas de parte de los transeúntes. La escena no podría ser más conmovedora e impactante a la vez. Los dos seguramente rondaban las ocho décadas de vida y tenían que seguir trabajando para poder ganar dinero para subsistir. Tenían que seguir trabajando cuando ¡apenas y podían caminar!  No me pude detener para conocer su historia, tal vez vuelva para ver si los encuentro de nuevo y pedirles que me la cuenten, pero el hecho es que tenían necesidad económica y prácticamente estaban mendigando en la calle ¡en la recta final de su vida! Me puse a reflexionar sobre el tema…una vez más.

Cuántas personas se mantienen siendo simples consumidores y no se han planteado – o no saben cómo – convertirse en inversionistas que logren que lo más pronto posible su dinero se ponga a trabajar para ellos para que ellos puedan dejar de trabajar – por necesidad – lo más pronto posible en sus vidas. “Ser inversionista… ¿para qué?” Se preguntarán muchos que por miedo o comodidad no se disponen a aprender cómo pueden lograr hacer que su dinero trabaje para ellos. Bueno, pues el testimonio de ese adorable matrimonio seguramente respondería como ningún otro a esa indolente pregunta. “¿Para qué?” Pues, simplemente para no acabar como ellos…se me ocurre de entrada: unidos y a la vez desamparados.

O ¿cómo le piensan hacer cuando no puedan trabajar? ¿Cómo le piensas hacer tú si no has logrado - al día de hoy – poner a trabajar tu dinero para ti? “Pues con mi pensión” responderán algunos. ¡¿Tu pensión?! ¿Cuándo fue la última vez – si es que alguna vez lo has hecho – que revisaste el estado de cuenta de tu plan de pensión o de ahorro para el retiro? ¿Qué rendimiento real te generó en el año más reciente? ¿Cuánto te cobraron de comisión? ¿Cuánto te quedó en realidad restándole a tu rendimiento - ¡si es que lo hubo – el total de comisiones que tal vez ni idea tienes que te estén cobrando? ¿De verdad sigues creyendo que tu pensión te va a alcanzar – si es que todavía existe para entonces – cuando te jubiles? Si es así, ¡despierta ya!¡No te va a alcanzar si es que sobrevive a las recurrentes crisis financieras que te tocará experimentar en lo que te jubilas!

Si no aprendes a invertir y comienzas a hacerlo lo más pronto posible te depara un futuro bastante amenazante. Y cuando hablo de invertir no me refiero a los fondos convencionales (que también te pueden exprimir con sus comisiones) ni a los bienes raíces (que están fuera del alcance de la mayoría) sino al mercado de valores. ¡Sí! A ese mercado que en promedio sufre correcciones cada dos años y caídas cada cinco en los últimos 100 años. Ese mercado, que, si bien implica riesgos también ofrece recompensas que, gracias a la tecnología, podrían estar al alcance de muchos. Ya existen diversas opciones para aprender a invertir (y mi equipo y yo estamos diseñando una que nos estamos proponiendo que sea lo más rápida, clara y accesible posible para la mayor cantidad de personas posible… ¡y sé que lo lograremos pronto!) como para seguir escudándonos en la falacia de que “es muy difícil y complicado”, ¡ya no lo es! Y te lo demostraremos pronto.

Pero primero…necesitamos lograr tres cosas antes de disponernos a aprender a invertir y empezar a hacernos cargo de nuestro destino financiero por nuestra propia cuenta:

1ª Cambiar nuestra forma de relacionarnos con el dinero, ¡y con la vida!  

2ª Modificar nuestro sistema de creencias respecto al dinero, ¡y a nosotros mismos!

3ª Seguir al pie de la letra una estrategia que funcione para cualquiera que se lo proponga.

 En subsecuentes publicaciones abarcaremos cada una de ellas…¡no te las pierdas!   

 

 

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