La Incertidumbre Sigue

Después de la despiadada crisis del 2008 uno esperaría que hubiéramos aprendido la lección con semejante experiencia y que, desde entonces, se corrigieran los errores de fondo para impedir que se repita. La realidad es que no, la incertidumbre continúa y existen diversos indicadores que parecen mostrar que, una vez más, se están configurando los componentes idóneos para la generación de una nueva tormenta financiera.

Desde la indiscriminada creación e inyección de diversas divisas en el mundo – encabezadas, claro está, por el dólar – que inundó de billetes y monedas a una economía global con decrecimiento hasta el todavía incipiente incremento en las tasas de interés de los bancos centrales que han mantenido por casi una década tasas tan ridículamente bajas que prácticamente el dinero se regaló a los grandes consorcios financieros del mundo (en algunos casos, como el de Japón, las tasas de interés llegaron a ser ¡negativas!). Este hecho no es para nada trivial: ¡jamás en la historia económica de la humanidad había ocurrido que el sistema bancario mundial “penalizara” a los ahorradores en la práctica cobrándoles por tener tu dinero en el banco. Al que pide prestado se le “premia” por endeudarse y al que ahorra; ¡se le “castiga” cobrándole por ahorrar! ¿No se trata de un mundo, al menos financieramente, bastante loco?

Ante este, por demás confuso, panorama, ¿quién en su sano juicio se atrevería a vaticinar algo que no fuera “el desastre financiero” que nos espera? ¿Sabías, por ejemplo, que, ahora existen bonos basura en el mercado automotriz que son el equivalente de los bonos basura hipotecarios del 2008? (Cfr. Kaiser Report #1086). ¡Increíble! ¿No es así? Entonces, ¿qué hacer? Bueno, me queda claro que “predecir” el futuro financiero no es lo más recomendable cuando las reglas del juego convencionales del mundo del dinero simplemente han desaparecido. No obstante, las grandes leyes de los mercados siguen siendo tan vigentes como la ley de la gravedad lo es en el mundo físico, lo que conlleva que centremos nuestra atención en lo que está a nuestro alcance y pongamos manos a la obra y no nos quedemos como simples espectadores a contemplar cómo se va formando el tsunami financiero del que ya hemos hecho referencia en diversas publicaciones. Por cierto, tsunami que parece confirmarse con el reciente incremento de las tasas de interés de la FED (a 1.25%, similar al que prevalecía antes de la crisis del 2008) y el anuncio de que muy probablemente comiencen a retirar dinero de la economía norteamericana mediante el mecanismo conocido como “reducción del balance”.

Entonces, ¿qué puedes controlar en tu vida para prepararte para el gran colapso? Bueno, pues, buscar ganar más (fuentes alternativas de ingreso), gastar menos, pagar lo antes posible tus deudas, ahorrar la diferencia y proteger el poder adquisitivo de lo que ahorras. Acciones concretas que exigirán de tu parte un cambio de mentalidad y de hábitos para vivir financieramente hablando de una manera más responsable y, al menos por un tiempo, “frugal”.  En las siguientes publicaciones profundizaremos en cada una de estos aspectos que, si así lo decides, puedes comenzar a controlar a partir de ahora con determinación y disciplina. La tormenta se avecina y aún puedes hacer algo para proteger a los tuyos si te haces cargo ya de tus finanzas personales, ¡no te quedes a la deriva!