Consideremos la primera estrategia para lograr la Libertad Financiera: formar parte de una RED. La premisa de la que parte esta estrategia se deriva del planteamiento del empresario norteamericano Jean Paul Getty: "es mejor obtener el 1% del esfuerzo de 100 personas que el 100% del esfuerzo de una sola". Bien, ¿qué implica esto? Está claro que todos disponemos de tiempo y energía limitados cada día que transcurre en nuestra vida por lo que, si nuestro ingreso lo obtenemos directamente de nuestro trabajo, entonces la fórmula es simple: si quiero ganar más dinero, tengo que trabajar más tiempo.
El problema con esta fórmula es doble: por un lado, significa que sólo podemos aspirar a ingresos "lineales" que llegarán a un límite impuesto por nuestras horas y energías disponibles y, por otro, implica el sacrificio de destinar tiempo y energía a otras cosas que son relevantes en nuestra vida como nuestra familia, viajar, convivir con amigos... Entonces, crear una red que haga posible que me beneficie del trabajo de cientos - o miles de personas - constituye la opción más razonable para que no sólo pueda incrementar mis ingresos de manera exponencial - y no lineal - sino de poder disponer con el tiempo, de más tiempo para dedicarlo a lo y los que me importan.
Ahora bien, ¿cómo puedo crear una RED así? En esencia, hay dos opciones para hacerlo: poner una red de negocios (franquicias) o crear una red de distribuidores independientes (personas) que consuman y promuevan habitualmente bienes o servicios de alguna empresa. La primera tiene que ver con la conocida propuesta de Robert Kiyosaki en el "tercer cuadrante de su flujo de dinero" mientras que, la segunda, implica formar parte de un negocio Multinivel.
Cualquiera de las dos es asequible para muchas personas de clase media a alta pues existen de todos los tamaños y presupuestos posibles. No obstante, implican inversión de tiempo (sacrificio de actividades que nos gustan) y dinero (sacrificio de consumos que nos agradan) así como cambio de mentalidad y hábitos....¡ups! Ahora sabemos por qué no todos logran su libertad financiera. Sí, no todos están dispuestos a salir de su zona de confort y adentrarse a lo nuevo y desconocido para prosperar y mejorar su situación. Sin embargo, sólo es en lo nuevo y desconocido como podemos aspirar a lograr lo que nos proponemos.
Y de las dos opciones, la más sencilla me parece que es la segunda aunque impresiona que, a pesar de tratarse de una opción que lleva más de setenta años de existencia y que ofrece una gran cantidad de posibilidades en el mercado de bienes y servicios, se le sigue malinterpretando y se le sigue haciendo menos con respecto a la primera opción que implica más inversión y riesgo comparativamente hablando. En ambas opciones, como en todo, encontraremos buenas y malas empresas, rentables y onerosas, honestas y fraudulentas. La cuestión es investigar para identificar las mejores opciones y, principalmente, trabajarse internamente para disponerse a ese cambio de mentalidad y de hábitos que se requiere para ponerlas en marcha y consolidarlas.
Como estrategias ambas son buenas y posibles aunque, una vez más, depende principalmente de tu nivel de compromiso el conocerlas, aplicarlas y cambiar radical y definitivamente tu realidad financiera.
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