¡DEJA DE GASTAR!

 

El problema de fondo respecto al manejo de tu dinero no tiene que ver con cuánto ganas, sino con cómo lo gastas. Hemos sido programados para gastar más de lo que ganamos y aparentar un estilo de vida que en realidad no podemos sostener mas que recurriendo a la deuda. Al gastar más de lo que ganamos, nos mantenemos en una espiral permanente de escasez y estrechez financiera. Y la solución, por lo mismo, no se halla en incrementar nuestros ingresos, pues, debido a nuestra falta de formación financiera, lo único que pasaría es que incrementaríamos nuestros gastos en, al menos, la misma proporción. La secuencia es simple y mortal financieramente hablando: mientras más ganamos, más gastamos y … ¡más debemos!

 

La administración inteligente del dinero comienza cuando identificas y reconoces los pequeños – y cotidianos – gastos que realizas cada semana en cosas que te hacen la vida más amable pero no son necesarias en realidad. La idea es, durante un tiempo, dejas de gastar ese dinero para comenzar a ahorrarlo y crear así un depósito de valor que podrás invertir más adelante para poner a trabajar tu dinero para ti. Comienza por controlar tus gastos y el camino a tu libertad financiera será posible.

 

 

Pongamos un ejemplo de la repercusión de esto. Consideremos el caso de una persona de 40 años que suele consumir un café de $15.00 que compra de lunes a viernes de camino al trabajo. Si ese dinero mejor lo ahorrara y mensualmente lo invirtiera a una tasa real anual (descontando inflación) del 5%, lo que su dinero habría producido sería:

 

 

 

Edad

Ingreso Total Acumulado

45

$25.533,76

50

$58.122,05

55

$99.713,82

60

$152.796,65

65

$220.545,30

70

$307.011,62

75

$417.366,95

 

¡Este es el poder del interés compuesto! Poder que liberas a tu favor cuando lo que no gastas lo ahorras, lo que ahorras lo inviertes y lo que ganas lo vuelves a invertir. ¡Te das cuenta de lo que pierdes cada vez que prefieres gastar en un capricho en lugar de ahorrarlo para invertir! Y no se trata de que no gastes en cosas que te gusten, sino de que lo hagas de una forma más moderada de manera que cuides de tu futuro financiero y dejes de exponerlo. La mayoría de las personas suelen sobreestimar lo que pueden lograr financieramente en un año y subestimar lo que pueden lograr en diez.

 

De acuerdo con el experto en Finanzas Personales, David Bach (Empieza Tarde, Termina Rico), una de las preguntas más importantes que necesitas hacerte antes de comprar es la siguiente: “¿es este gasto realmente necesario? A menos que pueda responder esa pregunta con un <<Sí>> absoluto e inequívoco, ¡NO LO COMPRE! Lo que sea que fuere. Si puede vivir sin él, intente vivir sin él. . . o al menos tratar de reducir su consumo.”

 

Un segundo principio fundamental es el siguiente: “si no lo puedes pagar de contado, no lo compres”.

Sírvete del dinero prestado para volverte una persona rica, no para parecerlo. Si te endeudas para parecer una persona rica, te mantendrás siendo pobre con el tiempo. Sólo hay algo peor que comprar una cosa innecesaria y esto es ¡DEBERLA!

 

Si lo que se te “antoja” comprar no es necesario, ¡no lo compres! Si, lo que vas a comprar no lo puedes pagar en efectivo, ¡no lo pagues con tarjeta! Las tarjetas de crédito constituyen una trampa mortal financiera por los intereses que te cobran y que no hacen más que mermar tu poder de compra con el tiempo. Siguen el mismo principio del interés compuesto arriba expuesto, ¡sólo que en tu contra! La mayoría suele limitarse con realizar el pago mínimo de su tarjeta sin caer en la cuenta de que eso contribuye a perpetuar su deuda con el paso del tiempo, incrementándola significativamente y exponiéndose a caer en morosidad, lo que complica la situación. Tu enemigo financiero no es en sí la deuda, sino los intereses que te cobran por ella.

 

Si te exiges sólo comprar lo necesario y sólo pagarlo en efectivo, comenzarás a actuar responsablemente en términos financieros y eso contribuirá, con el tiempo y las estrategias pertinentes de ahorro e inversión, a que logres tu libertad financiera y puedas dedicarte a lo que tiene más sentido en tu vida y dejes de simplemente “sobrevivir” y mantenerte a flote. 

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