INVERTIR PARA OBTENER RENDIMIENTOS

 

Invertir para obtener rendimientos consiste, en esencia, en crear tu propio portafolio de inversión bursátil que no requiera de grandes complejidades ni de conocimientos especializados, sino que los puedas crear por ti mismo y manejar de manera que tu tengas el control de tu inversión y no se lo cedas a terceros que no van a velar por tus intereses como tú mismo lo harías. Harry Browne fue un asesor financiero que hizo una fortuna en los años 70 escribiendo libros y especulando en los mercados financieros. Pero no tardó mucho en darse cuenta de que su suerte tenía fecha de caducidad y dedicó sus conocimientos económicos a desarrollar un método de inversión que fuera seguro, rentable y sobre todo estable. El resultado final fue el Portafolio Permanente, una propuesta tremendamente sencilla que, con solamente cuatro activos repartidos a partes iguales (acciones, oro, dinero y bonos) haría posible lograr su objetivo.

 

Browne identificó cuatro estados predominantes de la economía, de forma que para estar protegido ante cualquier circunstancia deberías contar en tu cartera con al menos un activo que se comportara especialmente bien en cada uno de ellos. De esta forma las elevadas ganancias de un activo en su estado económico idóneo compensarán sobradamente las eventuales pérdidas de los otros tres.

 

Este portafolio fue diseñado, entonces, para hacer frente a los ciclos económicos que exigen que diversifiquemos nuestras inversiones para poder ganar dinero en cada uno de ellos. El ciclo económico es la fluctuación natural de la economía entre períodos de expansión y contracción. Factores como el PIB (Producto Interno Bruto), las tasas de interés, los niveles de empleo y el gasto del consumidor determinan las diversas etapas de dicho ciclo.

 

Una expansión económica es el aumento en el nivel de actividad económica y de la producción e intercambio en los bienes y servicios disponibles. Es un período de crecimiento económico, medido por un aumento del PIB real. Durante un período de expansión, las tendencias económicas de la producción general y el empleo muestran signos de crecimiento. En consecuencia, las tasas de desempleo caen y los precios suben (inflación). Cuando la economía incrementa su dinamismo, las personas tienden a sentirse más seguras y gastan más dinero. Comen más a menudo en restaurantes, compran autos nuevos, viajan y compran bienes raíces.

 

Una recesión económica, por contraparte, es un período de declive económico y generalmente se acompaña de una caída en el mercado de valores, un aumento en el desempleo y una caída en el mercado de la vivienda. Hay varios factores que contribuyen a la causa de una recesión, como las altas tasas de interés, la inflación, la reducción de los salarios reales y la reducción de la confianza del consumidor. Aunque la confianza del consumidor es puramente psicológica, puede tener un impacto real en la economía.

 

Durante una recesión económica, las tendencias de la producción general disminuyen y el desempleo aumenta. Por supuesto, el gasto del consumidor es bajo debido a la incertidumbre y la falta de confianza del consumidor. Además, menos personas compran bienes raíces, mientras que algunos propietarios se encuentran en una posición en la que deben vender su casa debido a la incapacidad de mantenerse al día con los pagos de su hipoteca.

 

Entonces, el tipo de instrumentos en los que te conviene invertir para tener una cartera que crezca con el tiempo sin importar las condiciones de la economía son:

 

·         iShares Cohen & Steers REIT ETF (ICF) Mercado Inmobiliario

 

·         iShares 1-3 Year Treasury Bond ETF (SHY) Bonos del Tesoro EUA

 

·         SPDR S&P 500 ETF (SPY) Mercado Accionario

 

·         SPDR Gold Shares (GLD) Mercado del Oro

 

Las plataformas que yo utilizo para este tipo de inversiones son: Kuspit si radicas en México o E-toro si radicas en otros países de habla hispana. Y, ¿cuánto es lo que se requiere para armar el portafolio de inversión? Bueno, eso depende del precio de cotización de cada uno de los ETF en el momento en el que inicies tu inversión. En promedio, puedes comenzar a armarlo con una inversión de 140 USD y progresivamente ir comprando los demás hasta que lo completes con al menos una acción por cada ETF, lo que te implicará una inversión total de alrededor de 590 USD

La idea es que mantengas 25% de tus inversiones en cada uno de los activos que componen tu portafolio. Con el tiempo, el valor de cada uno de los activos será diferente del porcentaje inicial y el portafolio se desequilibrará. Eventualmente, se hace necesario reequilibrar todo el portafolio para mantener su seguridad y estabilidad. Con el tiempo, un activo comenzará a superar a los demás, dependiendo de lo que esté sucediendo en la economía subyacente. Con el tiempo, todos los portafolios de inversión diversificados experimentarán este tipo de crecimiento desequilibrado. Un activo va a estar muy bien y otro estará mal al mismo tiempo. El problema es que, si esperas demasiado tiempo antes de restaurar los activos a un nivel de equilibrio, existe un mayor riesgo de sufrir una pérdida si el activo líder revierte repentinamente el curso. Aunque deseas acumular la mayor ganancia posible en activos que tienen un buen rendimiento, si "lo dejas pasar" y no haces nada creas una gran exposición a los movimientos en el mercado de valores. Si el mercado de uno de los activos llega a un mal tramo (y tarde o temprano lo hará), su pérdida de valor podría crearle problemas a toda la cartera de inversión.

 

Existe, por supuesto, una buena posibilidad de que, si un activo cae en valor, uno de los otros activos se elevará para compensar un poco la pérdida. Sin embargo, al permitir que los otros activos caigan a niveles más bajos, como inversionista te arriesgas a que no haya suficientes participaciones para compensar las pérdidas. Las ganancias de los activos que crecen en valor necesitan una forma de enviarse a los activos rezagados para que puedan ejercer un contrapeso cuando sea necesario. Este proceso se llama "balanceo".

 

El balanceo persigue dos propósitos principales para el portafolio de inversión:

 

1. Controlar el riesgo

2. Acumular rendimientos adicionales

 

En términos de control de riesgo, el balanceo asegura que nunca estés demasiado expuesto(a) a un activo en la cartera. Al sacar algo de dinero de la mesa del activo de alto rendimiento, se está obligando a adoptar una mentalidad de "vender alto, comprar bajo". Esto reduce el riesgo de que el activo que crece en valor, se “enfríe” repentinamente y pueda producir un efecto dominó en el que lo que se reparte en el portafolio son sus pérdidas y no sus ganancias.

 

El segundo objetivo permite captar retornos adicionales con el tiempo al vender una parte de tus activos ganadores y comprar más de los perdedores. Esta es una buena estrategia de inversión a largo plazo. El balanceo periódico evita que tu cartera cuente con un solo activo que se sobrevalore. Al utilizar este enfoque, estás creando una cartera para tus ahorros de toda la vida con “firewalls” integrados. Esto garantiza que un bloqueo en un solo activo nunca pueda destruir gran parte de tu riqueza. Una estrategia disciplinada de balanceo mantiene al mínimo la posibilidad de grandes pérdidas. No permitas que la avaricia de ver que un activo aumente de valor te distraiga del grave riesgo que se corre si ese activo se convierte en una parte demasiado grande del portafolio en general.

 

El portafolio completo debe balancearse cuando cualquier activo individual alcanza un máximo del 35 por ciento de la asignación total o cae a un mínimo del 15 por ciento de la asignación total (denominado 35/15 por ciento). Estos puntos de activación se denominan "bandas de reequilibrio", y están diseñados para obligar a un inversionista a comprar y vender activos mecánicamente en función de los porcentajes dentro del portafolio. Dicho lo anterior, si escuchas sobre un evento realmente grande que ocurre en los mercados (por ejemplo, un gran aumento en los precios del oro o una gran caída del mercado de valores), entonces tiene sentido revisar como tales eventos pueden ocasionalmente provocar que se realice un reequilibrio antes de que se sobrepase la panda 35/15 en tus activos implicados. Balancear la cartera de inversión cuando se alcanza una banda implica vender una parte de los activos que han aumentado por encima del 35 por ciento del valor total de la cartera y utilizar los ingresos para comprar los activos que han caído por debajo del 25 por ciento del valor total de la cartera. Después del balanceo, la cartera general debe tener un 25 por ciento en cada clase de activos, como cuando se creó inicialmente.

 

 

¡Hasta la Próxima! 

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