LA LEY DEL EQUILIBRIO

 

Si la gravedad es lo que cimienta el Universo, el equilibrio es la llave que abre Sus secretos. El equilibrio es aplicable a nuestro cuerpo, mente y emociones, a todos los niveles de nuestro ser. Nos recuerda que todo lo que hacemos, lo podemos rehacer y deshacer, y que, si el péndulo en nuestras vidas o hábitos oscila demasiado hacia un lado, inevitablemente tenderá a oscilar al otro. Sé humilde puesto que estás hecho de tierra, sé noble puesto que estás hecho de estrellas

 

                                                                                  Pensamiento Serbio

 

¿Sueles permanecer en calma a lo largo de tu día?  La serenidad es resultado del equilibrio; y el equilibrio, de la moderación. Vivimos en un plano inconsciente y permitimos que nuestra impulsividad “resuelva” nuestros asuntos cotidianos, lo que nos genera desequilibrio y falta de armonía en nuestros cuerpos, nuestras mentes y emociones. Necesitamos proceder con templanza en cada una de nuestras acciones, con ecuanimidad para mantener nuestro cuerpo relajado y nuestra mente despejada. De ordinario vivimos en inquietud porque nos comportamos con intensidad en algunas áreas de nuestra vida y generamos mucho ruido interior con nuestros pensamientos que versan sobre memorias e imágenes que nos causan dolor y tensión.

 

 Nos hemos acostumbrado de tal manera a la tensión que llegamos a considerarla un estado normal en nuestra vida. Nos estresamos con frecuencia e inclusive hemos llegado a identificar este estado de tensión como propio de nuestro sentido de responsabilidad, como si para cumplir nuestros compromisos hiciera falta inquietarnos. Nuestras neurosis contemporáneas tienen mucho que ver con la intensidad – temerosa – y la prisa que caracterizan a nuestro tiempo. Incluso hemos llegado al grado de que, cuando llegamos a experimentar la calma interior, nos desconcertamos y nos sentimos extraños, como si se tratara de un estado “extraordinario”.

 

Generamos desequilibrio en nuestra vida cuando hacemos demasiado – o hacemos muy poco – de algo relevante en nuestras vidas. “Mucho” o “poco” de lo que sea puede ser fuente de desequilibrio en nuestras vidas. Distorsionamos nuestra percepción de la realidad a través del uso de categorías extremas: “todo”, “nada”, “siempre”, “nunca” …, categorías que no son reales pues la vida no es blanco o negro, sino un rico mosaico de matices cuya claridad u obscuridad hacen posible la distinción de formas y formatos distintos. No solemos ver más allá de nuestros criterios, reduciendo la realidad a lo que nuestro orgullo o miedo cataloga como “bueno” o “malo” sin que necesariamente lo que sucede sea lo uno o lo otro.

 

"Los deseos y las ataduras te empujan hacia delante. El miedo, la resistencia y el esquivo te detienen. En muchas ocasiones los extremos de cualquier tipo, incluso tomar una postura rígida en cualquier cosa, te puede conducir fuera del punto de equilibrio que valora todas las partes.”  Dan Millman

 

Vivimos en constante desequilibrio porque nuestra impulsividad suele cargar las tintas hacia un modo de proceder que suele conducirnos hacia algún tipo de exceso, dependiendo de cuál sea la pasión que nos domine. Consideremos a continuación el tipo de desequilibrio que generamos dependiendo de la pasión que nos domine:

 

1)   Ira: fijación por el perfeccionismo

2)   Orgullo:  fijación por el control

3)   Vanidad: fijación por la imagen y causar admiración

4)   Envidia: fijación por lo que a uno le falta

5)   Avaricia: fijación por lo que a uno le pueden quitar

6)   Miedo: fijación por l que puede salir mal

7)   Gula: fijación por el bienestar

8)   Lujuria: fijación por el poder y el dominio

9)   Pereza: fijación por la “no complicación”

 

Cada fijación originada por cada pasión conduce a diversos tipos de desequilibrios en nuestras vidas. Entonces, para lograr el equilibrio en nuestras vidas se requiere desarrollar la virtud que genere el contrapeso a nuestra pasión:

 

1)   Ira: Paciencia

2)   Orgullo: Humildad

3)   Vanidad: Sencillez

4)   Envidia: Ecuanimidad

5)   Avaricia: Generosidad

6)   Miedo: Valor

7)   Gula: Templanza

8)   Lujuria: Inocencia

9)   Pereza: Diligencia

 

Paciencia: Capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse. Capacidad para hacer cosas pesadas o minuciosas. Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho.

 

Humildad: Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.

 

Sencillez: Que carece de ostentación y adornos. Dicho de una persona: Natural, espontánea, que obra con llaneza.

 

Ecuanimidad: Igualdad y constancia de ánimo. Imparcialidad de juicio.

 

Generosidad: Inclinación o propensión del ánimo a anteponer el decoro a la utilidad y al interés.

 

Valor: Cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros.

 

Inocencia: Estado del alma limpia de culpa. Candor, sencillez.

 

Diligencia: Cuidado y actividad en ejecutar algo. Prontitud, agilidad, prisa.

 

¡Hasta la Próxima!

 

 

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Comentarios: 3
  • #1

    Claudia Oviedo (martes, 14 julio 2020 23:22)

    Wow ..mil gracias Andrés.. me fascinó .. fue muy claro !!!

  • #2

    Anakaren (miércoles, 15 julio 2020 12:39)

    Muchas gracias está muy interesante.

  • #3

    Andrés Mares (viernes, 17 julio 2020 12:24)

    ¡Gracias Claudia y Anakaren!