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MENTE-CUERPO

 

Nuestro subconsciente abarca la mayor parte del cerebro y está constantemente ocupado almacenando información y manteniendo en funcionamiento los sistemas del cuerpo de manera eficiente. Ejerce una invisible pero profunda influencia sobre las cosas que hacemos y cómo nos sentimos. La mayoría de las personas piensan poco en su subconsciente, pero imagina por un instante tener que asumir las funciones que tu subconsciente desempeña. Piensa en la dificultad de ordenarle a tu sistema digestivo cómo digerir tu almuerzo, o decirles a tus células cómo producir enzimas o proteínas. Imagina si tuvieras que preocuparte por mantener a tu corazón latiendo o mantener el aire entrando y saliendo de tus pulmones a cada momento de cada día. ¡Sería una auténtica locura tener que ocuparnos cada día de todo ello!

 

El poder de almacenamiento y procesamiento de la mente subconsciente es increíble. Cada rostro que has visto en una multitud, cada aroma, cada voz, cada canción, cada sabor, cada toque y cada sensación que alguna vez experimentaste ha sido registrado por tu subconsciente. Cada virus, bacteria u hongo que alguna vez haya invadido tu cuerpo, todas tus heridas, todos tus pensamientos y sentimientos y la historia completa de cada célula de tu cuerpo, todo ha sido archivado. Tu subconsciente está también al tanto de cualquiera de las emociones atrapadas que tu cuerpo pueda estar albergando; también sabe exactamente qué efecto tienen estas emociones atrapadas en tu bienestar físico, emocional y mental. Todo esto y mucho más está guardado en tu subconsciente.

 

Ahora bien, es importante tener presente que en el universo todo está hecho de energía, aunque esta energía se manifieste de forma física o permanezca invisible. Es la particular disposición de estas energías y sus frecuencias específicas de vibración las que determinan como ellas van a manifestarse en nosotros. En el nivel más básico, todo lo que existe está hecho de la misma cosa: energía. No sólo tú estás hecho de energía, sino que otras formas de energía están atravesando tu cuerpo en este preciso momento. La energía que no podemos ver está alrededor nuestro en forma de ondas de radio, rayos X, infrarrojo, ondas de pensamiento y emociones. Podemos sentir la energía cuando se presenta en forma de emociones. Si energías emocionales negativas quedan atrapadas en nosotros, pueden afectarnos de manera desfavorable. Las emociones atrapadas están hechas de energía, al igual que la energía conforma nuestros cuerpos y todo lo demás en el universo.

 

Hace miles de años, los antiguos médicos eran astutos observadores del cuerpo humano. Descubrieron que aquellas personas, cuyas vidas estaban dominadas por una emoción en particular, tendrían dolencias correspondientes. Por ejemplo, las personas cuyas vidas estaban regidas por la ira parecían sufrir de problemas de hígado y vesícula. Las personas que pasaban sus vidas sintiendo angustia sufrían a menudo de problemas de pulmón y colon. Las personas temerosas parecían tener problemas de riñón y vejiga. Eventualmente, se hizo una correlación entre las emociones que experimentamos y varios órganos de nuestro cuerpo. Se creía que los mismos órganos eran los que en verdad producían las emociones que las personas sentían.

 

En otras palabras, si sientes la emoción del miedo, tus riñones o vejiga están creando esa energía particular o vibración. Si sientes angustia, ella es producida por tus pulmones o tu colon, y así sucesivamente. Ahora sabemos que ciertas áreas del cerebro se activan cuando sentimos determinadas emociones. También sabemos que hay un componente bioquímico de las emociones que sentimos. Entonces, Si estás sintiendo una emoción de ira, no viene de forma entera de tu cerebro, sino que es en verdad emanada por tu hígado o vesícula. Si estás sintiendo la emoción de traición, la emoción es emanada de tu corazón o tu intestino delgado.

 

 

Solíamos pensar que el cuerpo y la mente estaban separados y eran distintos, pero su línea divisoria se ha borrado a tal punto que no sabemos dónde empieza la influencia de uno y dónde termina la otra. Tu cuerpo entero es inteligente, no sólo tu mente. Tus órganos son inteligentes, separados dentro de tu cuerpo que desempeñan determinadas funciones y producen emociones específicas y sentimientos. La gente a menudo se sorprende al aprender que varios órganos de nuestros cuerpos producen las emociones que sentimos. Por eso, es importante que asumamos una postura de habitual liberación emocional para que nuestros órganos corporales se vayan liberando del estrés y la tensión a la que se han visto sometidos por años al irse acumulando de emociones negativas que sólo nos dispusimos a negar, reprimir o evadir cuando las experimentamos. 

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Comentarios: 2
  • #1

    Gerardo Nava Márquez (domingo, 07 marzo 2021 10:19)

    A mi me Salieron Muchas Canas por una Persecución de Audio Hackers y Hackers por Internet, lo cuál Gracias a Dios, desapareció en Mi Nueva Casa en Montefalco, en el Peñón en Jonacatepc, Morelos y ahora cuento con la Tranquilidad de mente para trabajar productivamente y le acabo de escribir 19 Programas Propuestos al Lic. Andrés Manuel López Obrador y me estoy enfocando en vender escuelas Virtuales !!!

    Saludos y Gracias, Andrés

  • #2

    Enrique Valencia (martes, 23 marzo 2021 10:33)

    Muy cierto la implicación de la energía en cualquiera de sus formas en todo el universo incluido nuestro cuerpo y mente. En el universo gobernado por las leyes de la física y en nuestro SER por el inconsciente y el consciente, siendo indispensable que el inconsciente ocupe la mayor parte de nuestra mentalidad donde se alojan, entre muchas otras cosas, las emociones, siendo indispensable dejarlas fluir con suma naturalidad de aceptación sin pelearnos con ellas y llegar a un nivel superior de conciencia donde identifiquemos las emociones negativas no favorables transformándolas en experiencias de crecimiento de manera que no impacte dañinamente a nuestro cuerpo. Mente sana en cuerpo sano. Gracias por la reflexión Andrés